¿Sabías que durante el virreinato hubo un mercado en parte de lo que hoy es la plancha del Zócalo de la CDMX?
La Plaza de la Constitución o Zócalo, como lo conocemos comúnmente, es el centro de reunión más importante de nuestro país, ahí se han llevado acabo eventos multitudinarios, marchas, eventos de gobierno y el tradicional Grito de Independencia cada 15 de septiembre. En la actualidad la conocemos como una gran plancha completamente plana con el asta bandera en el centro; ha sufrido diferentes modificaciones desde la Conquista de Tenochtitlán, pero en este articulo abordaremos un edificio del cual pocas personas hoy en día saben que estuvo ahí: el mercado Parián.
Con la colonización de la Ciudad de México y el trazo del que sería el plano urbano de la capital del virreinato de la Nueva España era preciso que se colocaran mercados en puntos estratégicos de la ciudad, por ello, en 1678 iniciaron los trabajos de construcción de un mercado en la Plaza Mayor frente al palacio del virrey.
En 1688 se terminó la construcción del Mercado El Parían donde se comenzó a realizar el comercio de las mercancías filipinas traídas a la Nueva España a través del Puerto de Acapulco en la Nao de la China; eso sí, la mayoría de estos productos eran de lujo y podían ser adquiridos por las familias más ricas del reino.
El mercado tenía dos plantas, ocho puertas de acceso y 130 establecimientos, además de que fue construido con piedra de mampostería.
Decadencia y demolición
El principal motivo para la decadencia de este importante centro económico fue la Guerra de Independencia: por un lado, la escases de mercancías de las Filipinas por las suspensiones de los viajes de la Nao de la China, además del control que tuvieron las tropas de Morelos sobre el Puerto de Acapulco y también influyeron para el declive los levantamientos armados por todo el virreinato.
El Parián también comenzó a ser un lugar insalubre, lleno de heces y lodo en su exterior, en su mayoría debido al establecimiento de un grupo de comerciantes marginales conocidos como "Grupo San José" en un costado de la Plaza Mayor.
Después de lograda la Independencia nacional y con las elecciones para el segundo presidente de México, el 4 de diciembre de 1828 hubo un saqueo al mercado conocido como el Motín de la Acordada como protesta a los resultados de la elección (triunfo de Vicente Guerrero) por lo que el lugar fue incendiado y robado; se estimó que fue robada en total una cantidad de alrededor de 2 millones 500 mil pesos, una cantidad increíble en ese momento. Esto causó que los comerciantes de El Parián buscaran otros lugares para vender sus productos.
A mediados del siglo XIX, el presidente Antonio López de Santa Anna inició un proyecto para la remodelación de diversas zonas de la Ciudad de México y entre ellos se encontraba el del embellecimiento de la Plaza de la Constitución con un monumento a la Independencia en el centro, así que el mercado presentaba un problema para los planes del Gral. Santa Anna, así se refirió al hoy extinto mercado:
«…la deformidad del edificio llamado Parián, situado en la plaza principal de esta capital, que tanto por su ninguna arquitectura, cuanto por su mal calculada posición, impide y afea del todo la belleza y sorprendente vista que debe presentar dicha plaza principal…»”
Entre mayo y julio de 1843 el presidente de la República ordenó el desalojo de los comerciantes y la demolición de el Mercado El Parián. Y de esta forma fue como el Zócalo Capitalino tomó el tamaño el cual hoy conocemos.